La primera tarea de Adán
Los 5 Verbos de Aprendizaje: Imaginar
Bajar una Guía de Conversación para Imaginar – Días 1 a 7
Dios el Señor formó de la tierra todos los animales y todas las aves, y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre. El hombre les puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves y a todos los animales salvajes, y ese nombre se les quedó.
Génesis 2:19
Imaginar fue el primer trabajo que Dios le dio a Adán cuando le pidió que les pusiera nombre a los animales. Dios podría simplemente haberle dictado los nombres, pero prefirió presentarle los animales y preguntarle como deberían ser llamados. Al imaginar sus nombres, Adán se convirtió en co-participante en el proceso de la creación. Puedo imaginar a Dios disfrutando de lo que se le ocurrió a Adán.
Podemos pensar que la tarea de imaginar pertenece a otra persona que podría decirnos qué pensar y qué hacer. Sin embargo, practicar la oración interactuando con las Escrituras y estando conectados a una comunidad, nos ayuda a crecer continuamente y alimenta nuestra imaginación. En lugar de tratar de controlar todos los detalles de una situación, debemos darle espacio a la imaginación. La gente necesita darse permiso para soñar acerca de lo que Dios quiere con respecto a la extensión de su Reino. También necesitamos los límites de protección de una comunidad de personas que nos conocen y nos aman a medida que imaginamos juntos. Imaginar las cosas equivocadas puede ser peligroso, pero imaginar las cosas de Dios puede ser transformador.
Para reflexionar:
- ¿Por qué le pidió Dios a Adán que les pusiera nombre a los animales?
- ¿Cómo se relaciona la imaginación con el hecho de ser vulnerable?
Haz que la vida valga:
- Escribe lo que Dios te está invitando a imaginar. A veces ponerlo en palabras y compartirlo ayuda a aclarar lo que estás sintiendo.
Bendiciones en el nombre de El que puede…