Dia 25: Sé fructífero y multiplícate
Reflexionar: Considera las consecuencias de multiplicación y adición
– Los 5 Verbos de Aprendizaje: Reflexionar
Lo que me has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros.
2 Timoteo 2:2
Me gustaría contarte la historia de Juan Evangelista y Ana la hacedora de discípulos. Juan todos los días ayuda a 2.740 personas a encontrar a Cristo, o sea que gana un millón de personas al año. Ana, por otro lado, discipula una persona al año y le enseña a hacer lo mismo. Durante el primer año, Ana está sola pero en el segundo año hace su primera discípula, y sigue creciendo a ese ritmo, por lo cual su número de discípulos se duplica cada año.
Al cabo de 10 años, Juan ha ayudado a 10 millones de personas a encontrar a Cristo, un grupo del tamaño de Lima, Perú, mientras que Ana ha discipulado a 512 personas.
Después de 20 años, Juan ha ayudado a 20 millones de personas, lo cual equivale al tamaño de Nueva York, y Ana adiestró a medio millón de personas, lo que sería equivalente al tamaño de Lisboa, Portugal.
Después de 34 años, Juan ha ayudado a 34 millones de personas, lo cual es como el tamaño de Tokio, Japón. Sin embargo Ana ha alcanzado a toda la población de la tierra! El primero es un ministerio de adición y el segundo es un ministerio de multiplicación. Si realmente queremos que el mundo sea bendecido conociendo a Jesús, la labor debe ser hecha siguiendo el patrón de multiplicación, ya que es la mejor manera de movilizar al mayor número posible de personas.
Para reflexionar:
- ¿Qué harías con una persona que está empezando los 40 días de discipulado?
- ¿Qué puedes imitar de la persona que te animó a hacer los primeros 40 días de discipulado?
Haz que la vida valga:
- ¿Quién ha invertido en tu crecimiento espiritual? ¿Cómo puede pasar ese beneficio a otra persona? ¿Qué puedes hacer para ser más como Anne en el modelo de multiplicación?
Sediento de más?
- Lea este artículo sobre Multiplicación espiritual y encuentre una cosa que puede hacer.
Firme en Cristo…